Lepanto, supuso la contención al avance turco sobre las costas mediterráneas vilmente arrebatadas. El Reino de España, ante la indolencia de aquellos que todavía hoy en día se proclaman salvadores, lideró la contienda ante el invasor en una batalla que será recordada por los siglos.
– ANTECEDENTES
Los años previos a la batalla de Lepanto fueron muy agitados y tensos para Felipe II, de hecho, se considera 1568 como uno de los más críticos por la cantidad de frentes simultáneos a los que tenía que hacer frente.
La revuelta y levantamiento de los moriscos (1568) en las Alpujarras granadinas, fue aprovechada por los turcos para presionar con más fuerza a la monarquía hispana y su área de influencia. Así Euldj Alí conquistaba Túnez a primeros de 1570 y el sultán Selim II atacaba Chipre de posesión veneciana. Todo esto hacía presagiar que la presencia turca en el mediterráneo occidental se fortalecería y corría el riesgo de consolidarse convirtiéndolo en un lago turco.
-LA ALIANZA
Más que nunca, se hizo necesaria una gran alianza, en este caso auspiciada por el papa Pio V. En mayo de 1571 es formada por España, Venecia y los Estados Pontificios principalmente la que será recordada como la Liga Santa.
Se constituyó una gran armada, la cual, se puso en manos de Juan de Austria, sufragando España, más de la mitad de los costes de la alianza, aportando más hombres y los más cualificados marinos.
-LA BATALLA
El encuentro de las dos formaciones tuvo lugar el 7 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto, cerca de la ciudad griega de Nafpaktos. La armada turca estuvo comandada por Alí Pachá. Alí Pachá encontró la muerte en dicha batalla y la flota turca sufrió grandes pérdidas humanas y materiales.
La Liga Santa se alzó con la victoria, capturó 117 barcos y causó alrededor de 30.000 bajas a los otomanos. Supuso un enorme triunfo para la Liga, especialmente en el ámbito anímico, pues quebró el halo de invencibilidad que rodeaba al poderío turco.
-FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DEL ROSARIO
Por otra parte, hoy celebramos la fiesta de la Virgen del Rosario, fiesta instituida por el papa Pío V en conmemoración a la victoria decisiva de las fuerzas cristianas en la batalla de Lepanto, y por su gran devoción al Rosario, que rezaba mientras se desarrollaba la contienda. Estando totalmente convencido de la intervención decisiva de María en este momento crucial para la cristiandad europea, se adjudica esta advocación mariana.
El papa Gregorio XIII (1572-1585), su inmediato sucesor, convencido de que las súplicas del Rosario habían alcanzado la victoria, estableció perpetuamente la fiesta del Rosario, en el primer domingo de octubre y Clemente XI la extendió para toda la Iglesia en virtud de la victoria de las tropas alemanas contra los Turcos en 1716.
-CONOCE TU HISTORIA
Sabiendo todo esto, ¿Sabrías decir a que hace referencia este conocido fresco local?
Así es, nos encontramos ante una representación de la batalla de Lepanto realizada bajo el coro de la capilla del Rosario (Sede del Paso Blanco de Lorca), cofradía residente que se encuentra encomendada a esta advocación. Esta pintura mural, realizada al mezzofresco por el pintor local Baltasar Martínez, recrea perfectamente la batalla, representando las embarcaciones turcas y españolas en disposición de enfrentamiento.
En vísperas de la Fiesta Nacional, es imposible no reflexionar acerca de este suceso.
Esta hazaña nacional, excluida cada vez más de nuestro recuerdo, toma protagonismo de manera creciente con el paso del tiempo ante la impertinente ineptitud de nuestros mandatarios actuales.
Su pasividad frente a este gran problema que sufrimos a diario, pone en subasta la cultura de una nación así como sus tradiciones y moral, poco a poco subordinadas cada vez más a la moral intrusiva reinante. A los acontecimientos de la franja sirio-palestina me remito.
José Alcaraz Fernández
“La más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes ni esperan ver los venideros« Miguel de Cervantes.
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